Main Moderna Una niña dulce penetrarla dulcemente

Una niña dulce penetrarla dulcemente

Una niña dulce penetrarla 724328

Aquella carta de la pobre Concha se me extravió hace mucho tiempo. Sin concluir de leerla, la besé. La pobre Concha se moría retirada en el viejo Palacio de Brandeso, y me llamaba suspirando. Yo siempre había esperado en la resurrección de nuestros amores. El viejo rosal de nuestros amores volvía a florecer para deshojarse piadoso sobre una sepultura. Yo recibí su carta en Viana del Prior, donde cazaba todos los otoños.

Tu cintura en que el día parpadea llenando con su olor todas las cosas Poeta costarricense nacida en San José en Cansada del rechazo de una sociedad urbana tradicionalista, se trasladó a Estados Unidos, país donde residió hasta su muerte, acaecida en Acorde final Aprisionada por la espuma Declinaciones del monólogo Epígrafe La dama de bronce. Al borde de alegres segadores tiembla el agua, y ofrece para el orden del labio complacido dulce rumbo crecido de preñadas mañanas, y agraria transparencia, dulcemente encendida. El trigo coronado de apretada espesura, retiene el desbordado color con que le ordenan -vecino de la carne- colmarse en primavera.

Todos los días y todas las noches disponible para ti. Hola soy Ana, masajista con manos de oro. Quieres ser mi perro.