
REY Aquel fui que mandaba cuanto dora el sol, de luz y resplandor vestido, desde que en brazos de la aurora nace, hasta que en brazos de la sombra yace. Mandé, juzgué, regí muchos estados; hallé, heredé, adquirí grandes memorias; vi, tuve, concebí cuerdos cuidados; poseí, gocé, alcancé varias victorias. Déjame para otro los estados, la majestad y pompa que tuviste.
Tu objetivo es que tus emociones y tu cuerpo no se alteren ante una situación de rechazo. Aquí es donde entra en juego la parte cognitiva pensante del cerebro. Si te recha- zan no significa que se acaba la interacción, sino que incluso puede formar parte esencial de ella. Y esto te va a desmarcar del resto de la gente. Se trata de ejercicios probados, basados en la experiencia y que me han ayudado a mí a mejorar en este campo. Te propongo que pruebes a realizarlas.